En este post te explicamos los secretos del vibrato. Una técnica sencilla, muy común, y muy útil tanto desde el punto de vista artístico como foniátrico. También basado en un buen appoggio, es uno de los fundamentos que deberías aprender en tu primer año estudiando canto, pues es algo muy natural. Casi inevitable, una vez que nuestro apoyo diafragmático, es estable, y nuestra gestión del aire, compresión, y resonancia están bien coordinadas. ¿Parece complicado? Verás como no.
Introducción.
¿Qué es el vibrato? Es oscilar la voz realizando variaciones muy leves de altura de las notas, no de intensidad. Es decir, variamos el tono fundamental que los pliegues vocales están produciendo, desde una nota, bajando un poco y volviendo a subir, como rebotando.
El vibrato sucede en una horquilla de frecuencias determinada, es decir, ni demasiado rápido – como la cabra de la foto – ni demasiado lento, como en una sirena de policía. Pero pasemos a la práctica.
Puedes comenzar cantando sobre una nota semitono abajo y arriba, observando la variación creada entre ellas. Siempre empezaremos en la nota y bajaremos el medio tono. De lo contrario, si partimos de una nota y subimos, el vibrato dará la sensación de estar desafinado, un problema relativamente frecuente.
No hace falta mover ningún músculo exterior, o mucho menos agitar la cabeza o el cuerpo, lo que se mueve son los pliegues vocales, o dicho metafóricamente, mover la melodía, no el cuerpo.
Articulando vocales
Posteriormente, y sin salir del ámbito; (el grupo de notas que no requieren de ningún esfuerzo o técnica distinta al habla), comenzaremos a acelerar dicha variación entre semitonos. Si bien no es vibrato propiamente dicho todavía, sí comenzará a generar una sensación parecida y nos ayudará a irnos familiarizando con ello.
Aplicaremos este ejercicio a las cinco vocales en castellano, empezando por E, U, I, O y A.
Con el metrónomo
Puede que aún no te salga con el ejercicio anterior. Para asegurarte de que estás comprendiendo bien el proceso, pasa a realizar la melodía vista en el ejercicio anterior, pero a semicorcheas, empezando con el tempo a 80 bpm primeramente, para después aumentar, en saltos de 10 Bpm, hasta llegar a 140.
En este punto deberá parecerse mucho al vibrato. Incluso al pasar de 130, puede que dejer de controlar rítmicamente la melodía y empieza a aparecer el vibrato, y que resulta de algún modo un balanceo involuntario, con la excepción del control que se ejerce al arrancarlo.
Pero cuidado, que el vibrato no sucede a tiempo en realidad, ni tampoco lo vas a controlar como una melodía.
La oscilación será más pequeña que el semitono con el que empezamos el ejercicio. Insistimos, has usado una melodía para llegar hasta aquí, pero el vibrato en sí no lo es.
Es normal que algunos vocalstudents experimenten dificultades antes de llegar a 140. Incluso mucho antes. Pero con este ejercicio podrás estudiarlo fuera de clase de forma autónoma si ese fuera tu caso. No te obsesiones con la precisión, deja libre tu voz para que vibre espontáneamente…Recuerda que el objetivo del ejercicio es el vibrato, no cantar semitonos a semicorcheas a 140.
Plano versus vibrato
Una vez comprendas la sensación, y seas capaz de vibrar en una sola nota, vas a afianzar este logro mediante la contraposición del vibrato con el movimiento plano de la voz. A través de esta alternancia comprenderemos mejor la diferencia entre ambos y te ayudará a interiorizar tu capacidad de “vibrar” la voz.
Con una melodía
A continuación, vamos a aplicarlo en una escala. Siendo cada nota una negra (exceptuando en la que “vibramos”, que dejaremos de duración ad libitum – con libertad – precisamente para poder “vibrar”), podemos realizar la siguiente escala: Si eres chico empieza en el tercer do de un piano (C3). Si eres chica en el tercer La (A3). O adáptalo a tu tipo de voz, si tienes claro cual es tu tesitura.
Empieza a mover esta escala cromáticamente, para empezar a aplicar esta técnica fuera del ámbito, y en tus diferentes registros. Es decir, a aplicarla en la voz media, la voz de cabeza, y el passaggio situado entre ambas.
Articulación
Y el último paso y definitivo, será la aplicación del vibrato a una canción o fragmento de canción con texto. Son muchas las posibilidades que se te abren en este apartado, pero te sugerimos canciones como Hallelujah, Unchained melody, I will always love you. O puedes hacer un ejercicio (bastante gracioso) practicando en diferentes tonos la frase “Ay ay ay ay” de la famosa ranchera Cielito lindo para terminar de afianzar esta nueva técnica.
Para acabar
Recuerda que el vibrato se basa en un equilibrio, nada forzado ni tenso. No es una melodía que debas controlar, si no un movimiento que debes dejar que suceda…Esto suena un poco zen, pero cuando lo sepas hacer lo entenderás. Se parece un poco a empujar un columpio, inicias el movimiento, y luego sólo lo acompañas un poquito.
Para saber más
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