21 junio, 2017 Vocal Studio

Refugiados: La música en mitad de la mayor tragedia del SXXI

En 2016 la humanidad alcanzó un terrible récord. Más de 65 millones de personas se han visto forzadas a huir de la violencia, de las cuales el 80% son mujeres y niños, además de ancianos, enfermos, discapacitados…Y sin embargo, el descomunal drama de los refugiados no ha doblegado el poder de su música, una luz de esperanza y empatía en la oscuridad creadas por el fanatismo y la violencia por un lado, y los intereses geoestratégicos y el populismo xenófobo por el otro.

Estos datos, recogidos y publicados por el alto comisionado de las naciones unidas para los refugiados (ACNUR) son tan enormes que no nos permiten hacernos una idea de lo que está pasando.

Sólo en Siria, 18 millones han tenido que huir del infierno de la guerra. Y gran parte se encuentran en campos que carecen de las condiciones mínimas para acogerlos.

Ayer, día 20 de Junio, fue el día mundial de los refugiados. Y hoy, 21 de junio, el de la música.

El drama es una dimensión difícilmente concebible. Y no se puede decir que suscite el mayor interés mediático en un país como España, por lo que es poco lo que sabemos / queremos saber / nos cuentan. Una vez aceptamos el profundo desconocimiento que tenemos sobre lo que está pasando, nos deberían surgir muchas preguntas. En particular, y dado que hoy es día de la música…¿Qué papel está jugando ésta en este desastre?¿Hay músicos entre los refugiados? ¿Dejarían atrás sus instrumentos? ¿Y su talento o su arte? ¿Puede la música servirle de algo a alguien que lo ha perdido prácticamente todo? ¿Pueden quedarle ganas de cantar a quien ha visto el infierno con sus propios ojos?

Hemos seleccionado tres historias que acaso nos ayuden a responder a estas preguntas.

El pianista de Yarmouk

Clases de música para niños refugiados en Grecia

Una banda de refugiados en Alemania

¿Que están haciendo nuestros gobiernos?

España se comprometió a acoger a 18.000 refugiados en dos años.

Sólo lo ha hecho con unos 1.300. La mayor parte de los cuales se han ido o pedido refugio en otro país ante la falta de apoyo recibida.

Cuando comparamos estas cifras con aquellas con las que abríamos el post nos damos cuenta de lo poco realistas que son las protestas  del tipo “Los españoles primero”, “A ellos les dan pisos y trabajo y dinero y luego para los de aquí no hay”, etc. Pero, bueno, explotar el miedo que el penúltimo le tiene al último viene siendo una receta de éxito para el populismo xenófobo desde hace siglos.

Y las políticas de los países europeos, tanto a nivel individual, como a nivel de la UE, no solamente son cínicamente insuficientes, sino directamente ilegales como denuncia la ONU, pues existe una legislación internacional que obliga a los países a acoger y proteger a los refugiados. Justo lo contrario del cierre de fronteras y de las deportaciones que estamos viendo, y que violan la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951.

¿Que podemos hacer nosotros?

La pasividad, nacida de algo aparentemente inocente como la inconsciencia, ha sido cómplice imprescindible de la maldad en la consecución de las mayores atrocidades de la historia de la humanidad. Tomar conciencia, informarse, y compartir esa información con otros es un pequeño paso individual que repetido por muchos tiene un efecto enorme.

Hay muchos ejemplos a seguir. Desde el admirable trabajo de profesionales y voluntarios sobre el terreno, o realizando tareas organizativas y burocráticas en los países de acogida, a la multitud de personas, tanto anónimas, como celebridades del mundo del cine, la música, el deporte o la empresa que dedican sus energías a dar visibilidad al problema de los refugiados. Y cada uno podemos hacerlo en la escala de sus posibilidades.

Si te informas a ti mism@, ya habrás movido el corazón de una persona, y eso ya es un gran paso.

De manera más prosaica, podemos colaborar con ONG’s. En particular, con la organización para los refugiados de la ONU, el ACNUR. Existe la posibilidad de hacer donaciones, incluso desde 1€, que aunque no supongan una cantidad significativa, sí pueden mandar un mensaje de advertencia a nuestros gobiernos.

Sí, en algunos casos se pueden desgravar hasta el 75% de estos importes…Una forma de decirle a tu gobierno que pagas a gusto tus impuestos. Pero que ya te encargas tú de colocarlos directamente donde quieres, gracias.

E, insistimos, una aportación pequeña, repetida por muchos, puede ser de gran ayuda.

Esta es la pagina web de ACNUR donde asociarse colaborando con una aportación mensual, o realizar un donativo puntual.

Esperamos que os haya interesado y conmovido este artículo, que se sale de la línea habitual del blog. Ya sabemos que “¡Lo que quieres es cantar!”, pero también sabíamos que tienes un corazón así de grande, y que a menudo “¡Lo que quieres es ayudar!”.

 

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Author: Vocal Studio

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